¡NO AL TIMO DEL TOCOMOCHO!

 En Revolución Tecnológica

En estos días revueltos que vivimos y donde buscamos más que nunca cómo rentabilizar al máximo cada euro que sale de la empresa, es necesario mirar con lupa cada uno de los gastos e inversiones que realizamos. Claro que rentabilizar al máximo cada euro no significa en absoluto ‘no gastar ni invertir en la empresa’ , precisamente todo lo contrario pues entre sus sinónimos se encuentran: beneficiar, producir, rentar. Y claro, difícilmente se puede beneficiar, producir o rentar a la empresa sin invertir en ella.

 

En el sector de las nuevas tecnologías donde poseo amplia experiencia he oído de todo para justificar la selección de una oferta más económica: “… es que claro, es posible que tu empresa tarde en hacer algo mucho más que un conocido que es muy bueno y puede ‘dar con la tecla’ en un rato…”, o también: “… se que sois los mejores para realizar el proyecto pero no puedo gastar tanto …” y por supuesto no falta el: “…tengo un presupuesto de lo mismo mucho más barato…”

Dicho esto es necesario revisar estas justificaciones y reflexionar sobre cada una de ellas: Es posible que un conocido pueda resolver en un rato lo que para una empresa requiera varios días, eso dependerá de la empresa en cuestión. Es posible que una empresa no pueda invertir cierta cantidad de dinero en llevar a cabo un proyecto y claro que también existe la posibilidad de que un proveedor ofrezca un presupuesto más económico que otro. La cuestión aquí es la siguiente: “¿Estos precios a qué servicio o producto corresponden?, ¿Me ofrecen todos los proveedores la misma garantía y confianza?” Probablemente no sea así.

Me parece sorprendente sobre todo la segunda de las justificaciones expuestas anteriormente: ¿Cómo es posible que quieras llevar adelante un proyecto con un proveedor que sabes de antemano que no es la mejor opción para que este triunfe? Eso si, por muy económico que sea, siempre será el más caro pues no es rentable, ya que no ofrecerá los resultados esperados y que necesita la empresa. A eso se le llama tirar el dinero.

Entre los requisitos imprescindibles para seleccionar un proveedor adecuado se encuentra que este cuente con un sistema de gestión de la calidad ISO9001 certificado y que además tenga experiencia en proyectos de similar envergadura y sean casos de éxito. Como se decía en la década de los ’90 no existen duros a cuatro pesetas y ahora ni euros a 99 céntimos. Los proyectos se sacan adelante trabajando, con calidad y experiencia, y solo esto te ofrece la confianza y garantía de que funcionarán y serán un éxito.

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