Las nuevas tendencias tecnológicas y la brecha digital
Nos encontramos en una época de constante cambio e innovación. A nivel tecnológico se producen disrupciones apasionantes que suponen la apertura de nuevos horizontes de desarrollo.
Según el blog del BBVA, algunas de las tendencias tecnológicas de este 2019 son el 5G, la inteligencia artificial, los dispositivos autónomos, el blockchain y la analítica aumentada.
Con la tecnología móvil 5G, los usuarios podrán acceder a una velocidad de navegación (10 Gb por segundo) y una capacidad de descarga muy superior a la actual. Por lo que se incrementan las posibilidades de acceso a nuevos contenidos y plataformas más interactivos. Esta tecnología será el vehículo necesario para que todos los ciudadanos podamos acceder a las nuevas tecnologías disruptivas que cambiarán nuestra forma de trabajar, de consumir y de relacionarnos con los demás.
Con la inteligencia artificial, la experiencia de compra por parte de los usuarios, será mucho más personalizada.
El sector retail es uno de los pioneros en el uso de esta tecnología, a través del análisis inteligente de datos de sus consumidores, con el fin de ofrecer servicios personalizados a las tendencias de compra registradas. Así en una tienda de ropa, por ejemplo, te podrán recomendar en puntos de venta automatizados, los zapatos que te combinan a la perfección con el último modelo que te compraste allí mismo hace un par de semanas. O en una tienda de cosméticos, te recordarán que el envase de crema antiarrugas está a punto de acabarse y necesitas comprar uno nuevo. La fidelización está asegurada.
El Blockchain está dando el salto a otros sectores.
Ya no sólo se limita al ámbito económico o meramente transaccional de las bitcons o criptomonedas, sino que está trasladando su impacto a otros sectores a nivel transversal, como el inmobiliario, por ejemplo, donde se están llevando a cabo modelos de compra venta inmobiliaria, eliminando fraudes, aumentando la transparencia y seguridad, y agilizando las transacciones. Así, los inversores inmobiliarios se están animando a realizar operaciones a nivel internacional, pues se elimina papeleo, y cambio de divisas.
La inteligencia artificial también tiene un impacto fundamental en los dispositivos autónomos, robots, drones y vehículos autónomos.
Dispositivos que no sólamente son autónomos sino también con capacidad de aprendizaje, a través de la recopilación e interpretación de datos. Estos dispositivos, están dando paso a un nuevo concepto del consumo de bienes, sustituyendo el concepto de compra, por un concepto de consumo de servicios. Estamos entrando en una era donde el consumo será mucho más individual, inteligente y dirigido.
Además también nos obligarán a replantear nuestros modelos de negocio, donde el trabajo que realizaban personas, ahora los podrán realizar las máquinas más rápido y con mayor eficacia a través del machine learning y el big data. Estaremos atendiendo a un cambio en el mercado de trabajo en los próximos años, donde los puestos de trabajo tradicionales se verán sustituidos por nuevos modelos de trabajo más especializados, y se accederá a nuevas áreas de conocimiento para seguir avanzando en esta 4ª revolución industrial. Una nueva era donde la especialización será la clave para poder mantenerse en el mercado laboral.
En definitiva, estamos en la antesala de un nuevo modelo social donde la tecnología será la protagonista y el eje transversal en la sociedad, en el mercado laboral, empresarial, en nuestras relaciones sociales, y en nuestro modelo de consumo.
Una nueva realidad, que estamos asumiendo casi sobre la marcha. Si echamos la vista atrás, realmente es cuando somos conscientes de todos los avances adquiridos en muy poco tiempo (el smartphone, la compra por internet, las redes sociales…).
Sin embargo, no hay que olvidarse que no todo el mundo está accediendo a esta tecnología de forma igualitaria, o al mismo ritmo.
Hay sectores sociales que por diferentes circunstancias, económicas o culturales, no tienen acceso a estas tecnologías, y que se verán en cierta forma, excluidos de esta realidad. Tienen más dificultades para acceder a ella, y por ende, para beneficiarse de ella. Con el impacto que esto tiene a nivel social, cultural y sobre todo laboral.
Habrá ciudadanos, o empresas de primer nivel tecnológico, con más posibilidades de desarrollo, con más capacidades de acceder a puestos especializados con mayor retribución económica y mayor reconocimiento social, y ciudadanos de segundo o tercer nivel tecnológico, con mayores dificultades para estar actualizados a nivel general, tanto informativo, como formativo, y que por tanto, accederán a puestos de trabajo de menor especialización y con menor retribución económica.
De todos dependerá que esta brecha digital, se vea reducida cuanto antes, con programas de inclusión y formación continua.
Con una implicación real por parte de gobierno, instituciones y entidades empresariales. Con acciones concretas por parte de los colectivos empresariales, que formen a sus empleados y los especialicen ante las nuevas tendencias tecnológicas que puedan apostar por renovar sus puestos de trabajo sin eliminarlos, a través de programas formativos inclusivos.
Asímismo, habrá empresas que apuesten por estas tecnologías, y permanecerán en el mercado siendo competitivas en su sector, y empresas que por no reciclar sus procesos o su modelo de venta, tendrán menos posibilidades de dar respuestas a una sociedad cada vez más exigente con los servicios que recibe.